Hoy fue un día lleno de símbolos, podría haber sido el fin, pero se proclamo el principio, fue el encuentro también de mofenian@s antiguos quienes han servido en los PDA de World Vision y mofenian@s nuevos, quienes durante este año se han ido integrando… Dos generaciones con similares características y motivaciones, compartir el evangelio de Dios a niñas y niños, disfrutando el Reino de Dios con ellos.
El tomar conocimiento del fin de un ciclo del MOFEN, como grupo complementario para la promoción de valores cristianos a los niños y niñas de World Vision, nos causo a todos una gran sorpresa, el fin de una relación que vio nacer y crecer al MOFEN, de la cual sin duda nos sentimos agradecido ya que nos brindo una gran oportunidad de desarrollarnos en lo que amamos y conocer personas que comparte nuestra pasión.
Un día que marca el Principio y Fin o Fin y el principio, un alfa y Omega… Es que hemos dejado de ser niños en términos como organización, no contaremos con el aval institucional que durante cuatro años acompaño al MOFEN, nos despedimos de una organización pero no de nuestra vocación, es porque el deseo de servir a la niñez va más allá del deseo de una institución, es un deseo que está en el corazón de cada mofenian@.
A lo mejor hubo la sospecha de terminar definitivamente el movimiento pero en conjunto se ha asumido unánimemente dar el fin a una linda etapa y dar la bienvenida otra. Es porque esperanzas ahí, mientras hallan corazones dispuestos y voluntad de hacerlo posible. En esta nueva etapa nos exigirá más de nosotros, esto nos demandara responsabilidades y compromisos, es parte de nuestro crecimiento.
El hecho que un día naciera MOFEN no fue producto de intenciones lucrativas, ni de éxitos personales, nació como una necesidad y tantos que han pasado han encontrado un espacio para encontrar a Dios y sumergirse en su espíritu a través de las alegrías y las risas de los niños y niñas. Según como lo han declarado algunos mofenian@s, “MOFEN nació en el corazón de Dios”… Eso nos otorga un compromiso tanto con la humanidad como también con su creador.
¿Por qué tendría que seguir MOFEN? Es una pregunta que tendremos que hacernos para darle valor al sentido del movimiento, pero si nació del corazón de Dios ¿quien tendría la facultad de terminar? sino fue por nosotros que se inicio, sino asumimos el mover de Dios como el inspirador, fomentador y guiador de este grupo. ¿Por qué no permitir que lo siga haciendo? MOFEN ha sido la oportunidad de que niños y niñas puedan vivir el Reino de Dios, palpitar su amor a través de canticos y juegos, tener esperanza a través del trato sincero y honesto de los mofenian@s, ¿por qué detenerlo? Si MOFEN ha sido el lugar para que muchos jóvenes tengan un espacio de encuentro con Dios de transformación de Vidas. ¿Por qué detenerlo? Si el MOFEN ha sido un espacio donde hemos podido desarrollar nuestro servicio, con humildad y honestidad, entregando lo que somos con la esperanza de vivir un mundo distinto. ¿Por qué detenerlo…?
Es que MOFEN representa esperanza y la esperanza es lo que debemos promover a este mundo, durante estos cuatro años se han descubiertos dones, talentos, habilidades increíbles hoy serán necesarias para seguir. Todo lo que podamos entregar será útil, y tan necesario para seguir con lo que creemos. Ser responsables cada uno en lo suyo, cada en lo que ama aportaran para la continuidad de este movimiento. Entonces animémonos unos con otros, ¡sigamos expandiendo el Reino de Dios! ¡Sigamos llevando fe y esperanza a la Niñez! Soñemos que seguirán vidas transformadas por el Amor de Jesús, soñemos que seremos protagonistas de llevar estas buenas nuevas, soñemos que nuevos y mejores tiempos se nos viene… y por supuesto, sigamos trabajando para hacer esto posible.
Josaphat.
Voluntario MOFEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario