Soto con Mathey, candidata de la Derecha en pleno proceso de Campaña presidencial. |
Javier Soto, sin querer queriendo, ha puesto nuevamente en disyuntiva la
identidad evangélica, ¿Qué significa ser evangélico en Chile hoy? ¿Quiénes son
nuestros representantes? ¿Cuáles son los valores que promueve el evangelio?
El tema de la “representatividad” es un tema lleno de complejidades. La
génesis de las Iglesias evangélicas, no es otra que la disidencia a los
postulados de la Iglesia Católica durante el siglo XV, que luego desemboca en
1517 en la Reforma protestante. El surgimiento de una gran cantidad de
movimientos religiosos contrarios la Iglesia Católica, y a la vez, disidentes a
las nuevas propuestas de cristiandad que iban surgiendo bajo el lema de “La
Reforma”, va instalando diversos movimientos bajo el paraguas del Cristianismo.
De ahí hasta el día hoy existen diversas expresiones cristianas no Católicas,
identificadas como Iglesias Protestantes y/o Iglesias Evangélicas.
Diferentes esfuerzos se han realizado para llegar a la unidad
institucional de los diferentes movimientos evangélicos, datan de una
importante cantidad de encuentros fallidos como lo fue de la Alianza Evangélica
en Londres en el siglo XIX donde por el tema de la esclavitud no se llegó a
consensos definitorios, hasta ya el año 1851. Otra alianza que se trató de
realizar fue la del Concilio Mundial de Iglesias, que nace de la post-guerra, y
reúne a las iglesias protestantes mayormente de Europa, desde ahí en 1974 se
van del CMI las Iglesias más conservadoras y realizan el encuentro de Lausana,
como otro intento de unificación dentro del protestantismo. Es decir, a nivel
global, no existe tal representación única, son distintas Iglesias y
movimientos que comparten lugares de encuentro, pero que no significa
necesariamente la “unidad doctrinal”, lo cual no existe. No existe tal Vaticano
evangélico.
En América Latina fueron dos principales agrupaciones que intentaron
reunir a las diferentes iglesias protestantes y evangélicas, su rol no fue el
de instalar normas juridiccionales a las Iglesias miembros, sino más bien de
diálogo y cooperación en desafíos comunes, estas son la Confraternidad
Evangélica Latina (CONELA) que representaba el sector más conservador y el
Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) a los sectores progresistas.
En Chile el mapa evangélico lo podríamos identificar en tres principales
grupos:
1) Las Iglesias Históricas (también de Trasplante o de Migración):
Iglesias provenientes de Europa y los Estados Unidos, entre las cuales están
las Iglesias Luteranas, Anglicanas, Reformadas, Metodistas; con sistemas de
gobiernos democráticos, sus pastores mayormente tienen una formación teológica
de 5 o más años. En este grupo de Iglesias es posible encontrar las vertientes
más antagónicas de la política chilena, personas afiliadas desde la UDI hasta
el PS que incluso pueden participar de la misma denominación. Así también acá
se encuentran los sectores progresistas o “liberales” del mundo evangélico. Sus
miembros pertenecen al sector medio alto y medio bajo de la sociedad.
2) Las Iglesias Misionales o Evangelicales: Iglesias de identidad
“misioneras”, provenientes desde el Sur de los Estados Unidos, entre las cuales
están las Iglesias Bautistas, Aliancistas, Centros Bíblicos; con sistemas de
gobierno congregacionales, los pastores mayormente con una formación teológica
conservadora, hija del fundamentalismo evangélico que nace en EEUU a principios
del siglo XX, enemigos del liberalismo teológico, el humanismo, el feminismo,
el ecumenismo y el comunismo. Identificadas con la “American Religion”,
difunden poderosamente su visión teológica a través de los tele-evangelistas y
una gran movilización misionera. En los años 70 en plena época de las
“revoluciones Latinoamericanas”, se levanta desde este sector un movimiento
evangélico disidente a la dependencia teológica norteamericana, que pasa luego
llamarse la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Esta logró convocar a un
importante grupo de pastores, líderes e intelectuales evangélicos que se
distancian de la teología fundamentalista y crean una nueva lectura teológica
desde América Latina, llamada “Misión Integral”.
3) Las Iglesias Pentecostales: En términos cuantitativos, este es el
sector más importante y por lo mismo lo subdividiremos en tres grupos para una
mejor comprensión:
a. Iglesias Pentecostales Tradicionales o Históricas: El movimiento
Pentecostal chileno nace en 1909 en el seno de la Iglesia Metodista en lo que
se ha denominado el “Avivamiento Pentecostal”. Desde esa primera separación han
sido tres Iglesias las más emblemáticas dentro del movimiento pentecostal: La
Iglesia Evangélica Pentecostal, la Iglesia Metodista Pentecostal y la Iglesia
Unida Metodista Pentecostal. Sus sistemas de gobiernos son jerárquicos, sus
pastores son designados, sin el requisito de haber tenido alguna preparación
teológica, por ende la influencia de los sectores fundamentalistas en la
teología pentecostal provoca una indefinición a pesar de los intentos de
algunos intelectuales pentecostales de hacerlo, ya que se le otorga una mayor
relevancia a la práctica que a la teorización de la fe. Sus miembros se
encuentran mayoritariamente en los sectores populares, y su identidad política
es desconocida, ya que habita un discurso dualista de lo sagrado y lo profano,
excluyendo entonces a la política y lo político dentro de los intereses
discursivos de las comunidades.
b. Iglesias Neo-Pentecostales: Iglesias que tienen una matriz
pentecostal, pero que han reformulado sus prácticas litúrgicas. Algunas de
ellas provienen de EEUU y de países latinoamericanos, como las Asambleas de
Dios, las Iglesias de la Viña. El sistema de gobierno es diverso aunque
mayormente tiene una centralidad pastoral, los pastores tienen una formación
teológica en centros ligados al fundamentalismo, aunque también dentro de este
mismo grupo de iglesias existen otros movimientos teológicos como la teología
de la prosperidad o la reforma apostólica profética. Sus miembros se encuentran
en los sectores medios bajos, aunque en estos últimos años se han acercado con
mayor fuerza a sectores medios altos de la sociedad.
c. Iglesias Pentecostales Autónomas: Iglesias hijas de las Iglesias
Pentecostales “tradicionales”, o subdivisiones de otras Iglesias Pentecostales
Autónomas. Mayormente mantienen la doctrina de sus Iglesias Madres, aunque
gozan de mayor libertad teológica/doctrinal al no estar en una estructura
institucional. Estas Iglesias nacen de las iniciativas de hermanos que deciden
conformar nuevas comunidades, que luego se siguen subdividiendo. No es
requisito la formación teológica para ser pastor, sino más bien su testimonio.
Al no tener una sistematización teológica propia, absorben del pensamiento
evangélico hegemónico, principalmente de los medios de comunicación evangélicos
como es la Radio Armonía, y el Canal ENLACE TBN. Curiosamente, es en este
sector donde existe mayor participación política, mayormente identificados con
las proclamas de la derecha en relación a la moral sexual. Es en este grupo,
donde precisamente se encuentran personas como Emiliano Soto, presidente de la
Mesa Ampliada, así como de quien nos hemos ocupado en escribir, el sr. Javier
Soto.
Este breve mapa es un intento de visibilizar lo complejo de resolver
cuando hablamos de “representatividad” dentro del sector evangélico, por ende
pensar la posibilidad de la representación plena de las Iglesias evangélicas es
una ingenuidad o simplemente una muestra de clara ignorancia, mezclada con
arrogancia.
Se reconozca o no, Javier Soto no representa únicamente a un sector
religioso minoritario, sino también al de una sociedad vestida en la
uniformidad cultural que ve amenazante cualquier intento de “distorsión” al
modelo implantado desde la elite, en torno al vivir “correctamente”. Todo acto
que vaya en contra de la desnaturalización de las lógicas de orden es un ataque
directo para quienes viven en lugares de privilegios en un territorio
colonizado, entre tantos aspectos en el control de los cuerpos y la moral
sexual. Los medios de comunicación en busca de sintonía han utilizado a Javier
Soto para la exacerbación del morbo y el sensacionalismo, alimento fundamental
para mantener al público, distraído en otro foco de atención, que busca de
manera inconsciente buscar culpables para la tragedia de su vida.
Javier Soto, nos invita indirectamente a reflexionar sobre nuestra
identidad y nuestros valores ¿Qué es ser evangélico? Es la pregunta concreta.
En ese sentido, Soto tiene una propuesta ya difundida: Ser evangélico es
defender los “valores” instalados desde una sociedad de privilegios, reducidos
a temas como el Pacto de Unión Civil, la despenalización del embarazo y la Ley
de la Identidad de Género, son los elementos definitorios según él y sus
cómplices, el ser o no ser evangélico.
En la Biblia en el libro de Mateo 7: 13 - 14, se encuentra una conocida
parábola de las dos puertas:
“Entren por la
puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a
la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto
el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”.
Mi lectura, en este contexto la realizo pensando en el camino que ofrece
la religiosidad que abraza al poder, un camino cómodo, que busca privilegios y
reconocimientos. Así se puede ver en la figura de Javier Soto, su interés de
perseguir las cámaras para gozar de admiración de los sectores más
reaccionarios de los evangélicos, y de la derecha conservadora. La destrucción
de vidas es finalmente su fin. Así también la otra puerta, estrecha, la
interpreto como el camino que cada vez más evangélicos han ido asumiendo, el
cual donde han re-planteado sus posiciones frente a los diferentes temas,
algunos se han abierto al debate, otros a concretas acciones de inclusión. Sin
duda, y no engañaré a nadie, son grupos minoritarios desde las Iglesias
Evangélicas. No obstante, existen y eso otorga esperanzas.
La existencia de comunidades cristianas, desde el discipulado de Jesús,
no es otro de ser comunidades que atiendan al herido, ser comunidades
sanadoras, que amen y promuevan espacios contra-culturales en una cultura de
violencia y egoísmo. En una sociedad uniformadamente violenta, tener una
propuesta de paz es un llamado al desorden del sistema, a pesar que se tache
como absurdo en las mentes más alineadas, bajo la idea envasada de “siempre ha
sido así y por eso nunca cambiará”. La Promoción del diálogo humano, amable,
como una conversación horizontal, respetuosa con el otro, en especial con
quienes luchan por vidas dignas, desde la misericordia, la justicia y la
solidaridad, profundos valores que promueve el evangelio en la Biblia,
profundos valores que debemos abrazar como evangélicos.
Algunas voces desde sectores que critican a Javier Soto dicen: “Estamos
de acuerdo con el fondo, no con la forma”. No estamos en tiempos de hacer
críticas superficiales, donde finalmente se termina por legitimar un discurso
que su consecuencia no es otra que la brutal amenaza de la materialización del
odio. Es necesario asumir compromisos concretos con todo lo que eso implica,
debemos reconciliarnos con la honestidad, con la verdad del Evangelio. Muchos
evangélicos hoy, algunos en lugares de bastante influencia, viven en una
cobardía absoluta con la verdad, desprecian la confrontación con lo que
realmente creen que haría Cristo, por temor al desprecio de los sectores
conservadores reaccionarios. Es urgente que muchos hermanos y hermanas salgan
del closet de la indiferencia, y abran las puertas de la inclusión, que
rechacen el odio en sus discursos y celebran la aceptación a la diferencia, que
tengamos nuestras manos abiertas, dispuestas para trabajar en los valores del
Reino de Dios, escritos en la Biblia, proclamados por Jesús.
Como diría, Pedro Lemebel. “Hablo de ternura compañero”…
2 comentarios:
hola compai jarpa, lei y encontre interesante tu analisis, pero creo que falta mucho para que los evangelicos salgan del closet de la indiferencia, de la soberbia, de eso de sentirse tan dueño de la verdad, de eso de tener la capacidad de juzgar y criticar a cualquiera y menos de ver no la viga; si no que "LAS VIGAS" que atraviesan sus ojos. se que se lee raro que alguien como yo te ecriba algo asi, pero vamos en camino a la perfeccion jejeje saludos cumpai.
Estimado Josaphat, ley su artículo y realmente veo la decadencia de los llamados cristianos, evangélicos o hijos de Dios, donde tratan de primar argumentos livianos y en contra de lo que dice la palabra de Dios, donde se escudan en el amor de Dios, pero se les olvida claramente que también en fuego consumidor.
Son personas como Ud. y muchos otros los que dicen Dios aborrece el pecado, pero al pecador, pero eso no es lo que dice la palabra de Dios, pues cuando la
mujer adultera fue perdonada por Jesús le dijo "¿Mujer, donde están los que te acusaban?¿Ninguno te condenó? y ella dijo: Señor, ninguno.
Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete y NO PEQUES MAS", entonces por que quieren enmascarar su doctrina (porque no es lo que Dios dice) y promueven su manera de pensar y actuar errónea, guardela para ustedes, pues están fuera de la doctrina de Dios.
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