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martes, 14 de agosto de 2012

Primer Simposio de Teología Queer: Desde las vidas diversas y subversivas.


Finalmente ante la pregunta que es “Teología Queer” quedo en el Imaginario colectivo las diversas posibilidades de significados, al parecer se piensa que el hecho de lograr una categorización o definición podía terminar con la ilusión de una nueva forma de pensar contra-corriente, alejada de la complicidad de opresión de la construcción teológica fundamentalista imperante, alejadas de los saberes absolutos, desde otra mirada epistemológica, desde otras lógicas de conexión.
Por ende en esta nota, compartiré al menos tres aspectos de los cuales se baña estas teologías queer, de las cuales pude absorber durante lo que fue el primer simposio de Teología Queer en Costa Rica. Sin pretender arrogar la definición exacta de esta teología que esta en construcción y en construcciones desde los diversos rostros donde esta habita.

Una “Otra” Teología

Al identificarla como “Otra” lo hago desde entender el origen del movimiento Queer en cuanto a su disidencia política, lo hago desde su identificación de “Raro”, de descalificación, desde la experiencia de un movimiento que nace de los márgenes de los marginados y excluidos. Estos relatos que nacen de vivir la exclusión de sus cuerpos, de sus vidas, de sus relatos, de sus identidades, hace que precisamente pueda señalar que tanto los movimientos queer y las teologías que se tratan de elaborar de estas experiencias, son la completamente otra, diferente a la común, diferente a la que consideramos como constitutiva.

Teologías con rostros subversivos.

Si hablamos de márgenes y marginados, hablamos de rostros, y estos son diversos, podemos ver ciertas líneas transversales que son marcadas en cuanto a la opresión y control sujetas a identidades diversas pero a la vez específicas, que se plantean desde su praxis de subversión a lo normativo e insurrección a lo dominante.
Estos rostros tienen sentido en el quehacer teológico en cuanto al vuelco de ver la teología como acto segundo y no como un saber constitutivo, por ende la teología Queer realiza este intento de elaborar una reflexión critica en cuanto a estos rostros subersivos einsurrectos que se planten disidentes a las normas sexuales y políticas que imperan en la sociedad que unos imponen sobre los otros, una sociedad donde lo sexual, lo étnico, lo generacional, lo económico, son elementos categorizadores,  para la dominación de unos pocos.

Este carácter subersivo con que se inicia el movimiento de Jesús, que luego tiene a desaparecer por el poder romano, marca en la historia como aquellos diversos movimientos disidentes a la voz oficial, que intentaba normar la religiosidad, en cuanto a su orden político y empodero a los que ostentaban el discurso oficial, estos movimientos insurrectos religiosos también estuvieron presente en los Montanistas, La Reforma, el Anabautismo, las comunidades de base, entre otros. Una disidencia que intentaba resistir a las estructuras de poder en cada una de las épocas. Movimientos considerados como herejes, y raros o permean el pensamiento Teológico Queer Latinoamericano, cuestionando también la estructura política de la religión y su sistema de control a través de lo “decente”.

Una Teología que transita.

Esta Teología se pregunta por la vida, más que por los textos, por ende como la vida transita, los cuerpos transitan, el lenguaje transita, en constante movimiento en ocasiones ambiguos, hace que esta teología también transite con la vida.

Preguntándose por las alternativas de escapatorias de salida, escuchando aquellos susurros de quienes no se escuchan, de aquellas voces oprimidas, de cuerpos castigados, por ende las respuestas que si lo hubiesen pueden ser incluso momentáneas o que respondan a eventos específicos, y también históricos, siempre que la vida, las voces lo estén hablando, las cuales fluyen desde lo que uno mismo es.

Esta teología Queer que no pretende ser un nuevo absoluto, sino que pretende ser una des-construcción para dar paso a nuevas contrucciones de lo identitario personal y colectivo, construcciones que intentan sobrevivir a los gritos teológicos de un sistema que busca abolir toda aquella posibilidad de reinventar y reimaginar o simplemente vivir.
Si bien lo Queer puede caer en un nuevo reduccionismo y categorización, podemos decir hoy que la constante construcción del pensar, en Dios, la Vida, los cuerpos, nos invitaran a nuevas ventanas para seguir observando y nuevos caminos por seguir caminado

No creo que la teología Queer haga una sola invitación especifica, pero en lo personal me he sentido invitado a observar nuevamente lo observado, a cuestionar lo siempre normado, a respirar lo que siempre fue impedido, a leer en los ojos las vidas de lo que hoy anunciamos que otros mundos, diversos y con colores son posibles, porque existen en cada quien quiera vivirlo.

Josaphat Jarpa R.
Participante del Simposio de Teología Queer 2012

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