Buscar este blog

domingo, 12 de diciembre de 2010

Una noche más de insomnio... un nuevo Salmo.


¿Que hacer cuando solo hay ganas de llorar?
¿Solo ganas de estar en el olvido inmortal?
¿Donde esta ese aquel refugio de que hablan a viva voz?
Por más que lo busco sigo sin hallarlo…
Simples piedras bien edificadas
Pero que no hablan ni escuchan
No entienden ni aman…
Donde es… ¡¡por favor!!
¡¡Díganmelo!!
¿El interior?
¿Acá a mi lado? …
Falacias y más falacias.
Trato de mirar y no lo veo…
Mientras no lo veo
Me asfixia la sensación de no encontrarlo.
Quisiera gritar auxilio…
Pero me desalienta el hecho
De no encontrare liberación.
¿Entonces que hago?
¿Entonces a quien acudo?
Acudiré, a quien no este en edificios grandes sin duda.
Que no este vestido de lujo para no ensuciarlo.
Ni tenga compañías exclusivas para no avergonzarlo.
Tendré que ir a quien abrace al pobre sin asco.
Quien alimente, sin desprecio.
Que me abrace con cariño.
Y me de una sonrisa amable.
Acudiré a quien pueda ver en sus ojos dolor.
Mi mismo dolor… u otro... U otro…
Que en su mirada me transmita esperanza.
A quien no hable, sino vea.
Bendita palabra esperanza…
Que te hace dudar
Sobre acercarte o alejarte.
Y te hace caminar sobre el pensar
Sobre la ilusión de la muerte,


No hay comentarios: