El Gran Canciller de la P. Universidad Católica de Chile y Arzobispo
de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, ha comunicado al profesor P. Jorge
Costadoat sj, la no renovación de la misión canónica para enseñar en la
Facultad de Teología de dicha Universidad. En la práctica ha despedido a un
profesor que lleva más de 20 años trabajando en la Facultad. El Sr. Decano de la
Facultad de Teología conoció la medida por intermedio del mismo afectado.
Previamente él había solicitado al Arzobispo la renovación de misión para el P.
Costadoat, acogiendo el parecer del Consejo de Facultad y del Consejo de
Calificación Académica. La decisión, por tanto, no ha sido consecuencia de una
mala evaluación académica de parte de las autoridades de la Facultad, ni
tampoco es efecto de un debido proceso doctrinal.
Consideramos que el procedimiento seguido por el Gran Canciller
de la P. Universidad Católica de Chile es de la mayor gravedad. El año pasado,
con ocasión de la discusión sobre la reforma educacional, él mismo defendió
públicamente la libertad de enseñanza. Sin embargo, en este caso, incumple su
compromiso de respetar la libertad de cátedra del profesor. No es sostenible
una libertad de enseñanza en la Universidad sin que exista libertad de cátedra.
Esta medida pone en duda la misión propiamente universitaria de la P.
Universidad Católica de Chile, y ofende el cultivo de la verdad. El Arzobispo
pretende custodiarla mediante la coacción sobre la conciencia, en este caso de
los académicos. El Papa pidió en el reciente Sínodo sobre la Familia, “hablar
con libertad, escuchar con humildad”. El Arzobispo no permite que esto suceda
en la Facultad de Teología.
Al comunicar la decisión, explícitamente le señaló al
profesor que no había problema doctrinal ni en su enseñanza ni en sus escritos,
pero que enseñaba con mucha libertad. Luego, ha sostenido que posee razones
suficientes. No son éstos motivos universitariamente aceptables, pues no
satisfacen exigencias básicas de razón pública, especialmente si se sabe que la
decisión no se funda en la opinión académica de personas competentes, ni en el
juicio de sus pares teólogos de la Facultad, sino que aparece como una decisión
arbitraria que atropella la libertad académica. Exonerar al P. Costadoat, no
sólo le daña a él, sino también a la Facultad de Teología, a los estudiantes
que se forman allí, y a toda la comunidad universitaria, que deberá tomar nota
que en lo sucesivo el ejercicio de su propia libertad de cátedra estará
sometido a censura y eventuales castigos por parte de la autoridad
eclesiástica, prescindiendo de la opinión de la autoridad universitaria y de
procedimientos transparentes. ¿Quién ha informado al Arzobispo que el profesor
Costadoat “enseña con mucha libertad”? Lamentablemente, se instala así un
ambiente de suspicacia que promueve el acomodo sumiso y limita la indispensable
creatividad académica.
Expresamos nuestro más enérgico rechazo a esta medida y al
procedimiento seguido para materializarla. Queremos instituciones con procedimientos
abiertos, sujetos a razón y justicia.
Manifestamos asimismo nuestro apoyo y agradecimiento al P.
Jorge Costadoat sj por su dedicada labor teológica. Él es un académico de
excelencia, que combina erudición y piedad.
Como teólogo de los signos de los tiempos ha tendido puentes
para un mejor diálogo de la Iglesia con el mundo, de la fe con las ciencias y
la cultura. Pensamos que la revocación de la medida es una exigencia de
justicia, y también de responsabilidad para con la propia P. Universidad
Católica de Chile. Por ello, la solicitamos a la autoridad correspondiente.