Soy Sinaí, Ina, Juan Luis, Nele kantule, Gabriela, Erick, Matías y
Antonio, vivo en las calles de Santiago, en las selvas de Honduras, en la aldea
de San Pablo, en las islas de Guna Yala,
en el valle de Caracas, por las
montañas y ríos de Acosta. Vivo en los diferentes caminos que mi Latinoamérica
me deja caminar.
No me categoricen por mi sexo ni mi género, llámenme Joven y soy
caminante.
Camino por los veredas de mi pueblo: Mi comunidad indígena, mi
calle cementada, mi pradera soleada, mi playa cálida, todas son mías, y ninguna
lo es, le pertenece a mi Madre, a la Tierra, la Pacha Mama, la misma que me
permite caminar, soñar y escribir.
Me detiene caminar, las leyes ya que no me preguntan pero las
tengo que obedecer, me detiene caminar la subordinación de quien cree ser más
que yo, me detiene que me determinen en un rol por mi cuerpo ser macho violento
o ser una hembra sumisa, me detiene que me llamen como otros quieren y no como
yo quiero que me llamen, Me detiene caminar los miedos y desconfianzas que
tienen que por mi nombre siempre me indican que me falta algo.